El cocinero de CUS

     Nos está enseñando cosas de la cocina. Primero de todo: la limpieza y la prolijidad. Mantener las cosas en su lugar. Tratar de hacer pan y distintas comidas. Problemas para hacer, no hay. Nos dice que pongamos cuidado en lo que hacemos. Él nos dice: los elementos son: higiene y prolijidad en la cocina. Es un sistema de aprender de todo. Es un mundo de aprender incomparable. Nos mantiene a la expectativa. Esta casa está en continuo movimiento en toda hora y por eso es buena, parece simple pero por dentro es un mundo de cosas diferentes. Yo me siento a gusto desde el principio. Yo no entendía nada pero comenzó por explicarme las cosas que hacen los chicos. Ellos no tienen límites para aprender a hacer cosas para ellos. No les niega nada. Por eso tiene el esfuerzo de todos y a veces nos hacen doler la cabeza pero nos hacen reír.

Jorge Rivero.

 

          El profesor de la cocina es muy correcto. Nos enseña muy bien. Las veces que estamos con él de a poco estamos aprendiendo muy bien. El nos enseña cómo se cocina, que tenemos que tratar de recordar cómo se hacen las cosas. Hacemos pan y otras comidas más. Él nos dice que prestemos atención porque las cosas que él nos explica están bien. Cómo tenemos que acomodar las cosas. Acá se cocina, se hace de todo un poco y estamos aprendiendo muchas cosas con mucha inteligencia. Todos contentos, tranquilos y contentos. Nos corrige todo el tiempo para que aprendamos cómo él explica las cosas. Entonces el día que él no pueda venir nosotros podremos hacernos cargo de la cocina, Jorge y Felipe. Eso había dicho él. Por eso nos sentimos muy contentos en aprender para que las cosas nos salgan bien. Cada cosa tiene que estar en su lugar tanto las mercaderías como todos los utensilios y sobre todo, lo principal: mantener la limpieza de la cocina.

Felipe Romero

 

Mi tierra es colorada como la sangre roja.

     Mi tierra es colorada como la sangre roja. Son muy hermosos los naranjos en flor, me cautivan con su aroma al amanecer. Me arrulla el cantar del jilguero y despierta la calandria. Y eso no lo cambio ni por todo el oro del mundo. Tractores arando para hacer la siembra de maíz, poroto, mandioca y las mujeres arando la tierra colorada.

     Yo nací sufriendo la cosecha de la yerba mate. Me crié cosechando con helada y calor infernal, cosechando té y tabaco. Y carpiendo la tierra de té para darle alimento para mis hijos.

     Soy orgullosa de ser misionera y soy gente de campo y no me asusta agarrar una azada. Todo se puede plantar en una línea de la chacra.

     Y los sábados me ponía la pilcha y me iba a bailar unos buenos chamamé.

 

ana rodriguez en clase

Ana Rodríguez, alumna de la Escuela de Jóvenes y Adultos.

Escuela de jóvenes y adultos.

 

Los viernes a la mañana nos juntamos a trabajar con las palabras.

Para aprenderlas.

Para sacarlas de adentro y ofrecerlas como regalo para los otros.

Para usarlas como un hacha que rompa el muro de hielo del mundo.

Para ponerlas al sol y mirarnos en su reflejo.

Para que vayan al futuro y levanten los ardientes palacios de la alegría, así cuando llegamos está todo listo y hacemos un mate.

Para mandarlas al pasado y que nos traigan los pibes que fuimos, así podemos volver a serlos otra vez.

Para entender mejor cómo somos e imaginar cómo queremos ser.

La Escuela de jóvenes y adultos funciona los viernes de 8:30 a 11:30 hs. Pertenece al Programa de Alfabetización y Educación Primaria nº 799 y se encuentra bajo la Dirección de la Escuela  nº 710. Las personas mayores de 14 años que deseen terminar sus estudios primarios, sólo deben presentarse con una fotocopia de su dni y ganas de aprender. Se otorgan certificados oficiales. La Escuela se propone, además, acompañar en sus estudios y proyectos en general a las personas que van egresando.

Aunque institucionalmente tiene su lógica particular, la Escuela de jóvenes y adultos es parte del proyecto liberador, comunitario e inclusivo de Compartiendo un Sueño.